Tomar a la madre

Tomar a nuestra madre tal y como es, sin juicios nos permite reconectarnos con la vida y con ello retomamos todas las posibilidades. La relación con mamá es una relación primigenia donde tenemos el aprendizaje de crear vínculos, la capacidad y la profundidad. Si no logramos este, difícilmente podremos lograr ningún otro.

Solo cuando hemos tomamos a nuestra madre, exactamente como es y todo tal y como fue, haya sucedido lo que haya sucedido, podemos tener éxito en las relaciones de parejas. Sin mamá no hay pareja, dice Hellinger. Fluir la energía del dinero, la prosperidad y la vida. Retomamos nuestra fertilidad para gestar nuevas vidas, nuevos proyectos.

Para este trabajo necesitas una persona o un cojín que pueda representar la figura de la madre. Os colocáis uno enfrente del otro a unos dos o tres metros de distancia. El representante de la madre no se debe mover y es importante que espera a que su hijo/a se le vaya acercando.

Si el hijo/a se siente bloqueado, más grande que su madre o va muy rápidamente hacia la madre, deberá ponerse de rodillas, con la cabeza en el suelo, incluso quizás tumbado bocabajo, hasta poder acercarse y abrazarla. Es importante que el camino se recorra despacio y dejándose sentir cada uno de los pasos. El representante de la madre puede extender los brazos, pero no ir hacia su hijo/a.

• A tener en cuenta, en el caso de que el hijo/a recueste su cabeza en el hombro derecho de la madre, ella entonces con firmeza y dulzura lo deberá alejar, puesto que el hombro derecho representa que el hijo/a se siente como un igual a su madre y, por lo tanto, no la está tomando, ni respetando la jerarquía.
• Por el contrario, cuando el hijo/a recueste su cabeza en el hombro izquierdo, espontáneamente está honrando a su madre.
• Una vez el hijo/a haya tomado a la madre, puede girar sobre sus propios pies y encaminarse hacia donde esté la representación de la vida. La madre puede bendecirlo en su camino hacia la vida.

La duración del ejercicio sistémico es mejor que no sobrepase los 10 minutos, si no se puede concluir o realizar el camino completo hasta tomar la madre, se puede retomar dejando pasar un mínimo de diez días. También es muy recomendable hacer seguidos los dos ejercicios sistémicos, el tomar a la madre y tomar al padre.

Son ejercicios muy potentes e importantes. Tomar a los padres es un proceso largo de purificación, supone mucha renuncia del ego y es el punto de partida del desarrollo espiritual. Es muy útil repetir este ejercicio a menudo, dando cada vez nuevos pasos.